miércoles, abril 23, 2008

Cuando uno se conoce, no se puede sorprender

Y resulta que este fin de semana no me voy a nada a Coachella. La verdad es que tengo muchas, pero muchas ganas. Pero con ganas no hago nada, además de eso parece que se requiere una cierta planificación que tiene que ver con comprar las entradas, conseguir transporte, conseguirse los días en el trabajo, retirar suficiente dinero del cajero, y un montón de otras cositas de logística que no termino de tener muy claras.
En fin.
Digo, lo de Coachella sería un incidente aislado si no fuera porque todavía no tomé mis driving lessons, y mis actividades vespertinas (*) se pueden reducir a jugar al Lineage II y lavar ropa una vez por semana.
No estoy sintiéndome miserable por dentro, tough. Eso es bueno, creo. Deal with it.

(*) actividades vespertinas suena a hacerse pajas furtivas sin que tus viejos se enteren... o es que tengo la mente muy podrida

1 comentario:

. dijo...

De todas maneras gracias por la imagen mental...