domingo, abril 26, 2009

Mirá, fotos de Canadá!

Entró volando Enza

Muchos recuerdos de mi infancia están relacionados con libros. No por falta de interacción con otra gente (mis vecinitos ya me pegaban y me decían puto), sino más bien porque el mundo de la literatura llenaba un vacío de imágenes que la triste estepa patagónica no ofrecía. Mis viejos eran socios del Club De Lectores, y mensualmente recibían un catálogo que eventualmente usaban para reaprovisionar la biblioteca.
Con ese catálogo aprendí que Cancer y Capricornio, además de ser dos signos del Zodíaco, eran dos Trópicos. Y que existían los libros condicionados. También me enteré de la existencia de un señor llamado Frodo Bolsón; y que Caballo de Troya, además de ser un caballo, era el título de una saga de ciencia ficción.
Lo bueno es que cada tanto, de toda la zaraza de libros que había para leer y que nadie se dedicaba comprar, algunos pasaban el filtro de la billetera y llegaban a mis roñosas manitas. Dos colecciones quedaron marcadas a fuego en mi memoria. La primera, "Grandes Temas de lo Oculto y lo Insólito", de Ediciones Océano.


Ya hablaré de estos libros, pero nada más observad el detalle de los "velociraptors" corriendo a la izquierda de la máscara de Tutankamón.
La otra colección eran 8 tomos tipo pocket book llamadas "Almanaque de lo insólito", y sus autores, Wallace y Wallechinsky. El segundo creo que era hijo del primero, nunca entendí bien eso de tener apellidos diferentes en la misma familia.
Cada uno de los ocho almanaques era autocontenido, trataba de algún tema en particular. Recuerdo que el 7 hablaba de todos los países del mundo, obviamente con más opinión que información... El 2 hablaba de sexualidad humana y género. Y el 3 o el 4, no recuerdo bien, hablaban de la formación de los Estados Unidos, y del problema que tuvieron allá por los años '20, con la gripe aviar.

El chiste decía así: "Yo tenía un pajarito que se llamaba Enza. Un día dejé la ventana abierta, y entró volando Enza".
O sea: "I had a bird, called Enza. One day I left the window open, and In Flew Enza".

Influenza, boludo.

Ahora lo único que me falta, es que no me pueda ir de Canadá por la declaradísima emergencia sanitaria. Me van a ver tosiendo y moqueando en el aeropuerto, y me van a pasar a mejor destino.

Lo bueno es que voy a tener tiempo de ir a un Best Buy a conseguir algunas cositas que andaba queriendo.